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Respibien es un medicamento que pertenece a la categoría de los simpaticomiméticos. Su principal componente activo es la oximetazolina, que al ser administrada por la nariz, produce una constricción de los vasos sanguíneos a nivel local, lo que resulta en la descongestión de la mucosa nasal. Este medicamento está indicado para el alivio local y temporal de la congestión nasal en adultos y niños mayores de 6 años. Es importante consultar a un médico si los síntomas empeoran o no mejoran después de 3 días de tratamiento.
Este medicamento no debe ser utilizado por personas alérgicas a la oximetazolina hidrocloruro, a otros descongestivos nasales o a alguno de los demás componentes de este medicamento. También está contraindicado en personas que están tomando inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO), que tienen glaucoma de ángulo estrecho, que han sido operadas recientemente en la cabeza, que tienen inflamación de la piel y de la mucosa del vestíbulo nasal y costras en la nariz (rinitis seca), que padecen enfermedad cardíaca aguda o asma cardíaco, y en niños menores de 6 años de edad. Además, es importante consultar a su médico o farmacéutico antes de empezar a usar Respibien si padece diabetes mellitus, hipertensión arterial, alguna enfermedad del corazón o del aparato circulatorio, hipertrofia prostática, hipertiroidismo, entre otras condiciones.
Respibien se utiliza por vía nasal. Antes de su aplicación, es importante eliminar los fluidos nasales existentes, sonándose bien la nariz. Si es la primera vez que utiliza este producto o no lo ha utilizado desde hace tiempo, es necesario cargar el pulverizador. Para ello, manteniendo el envase alejado del cuerpo, presione el pulverizador varias veces hasta que salga un líquido finamente pulverizado. La dosis recomendada es de 1 pulverización en cada orificio nasal no más de 2 veces en 24 horas. Este medicamento no se puede usar en niños menores de 6 años.
Como todos los medicamentos, Respibien puede producir efectos adversos. Los más comunes incluyen escozor en el lugar de aplicación, sequedad, estornudos e irritación de nariz, boca y garganta. En raras ocasiones, puede producir ansiedad, inquietud, insomnio, alucinaciones, temblores, fatiga, irritabilidad y trastornos del sueño en niños, taquicardia, palpitaciones, aumento de la tensión arterial, dolor de cabeza, náuseas, exantema (enrojecimiento de la piel), inflamación de la mucosa nasal y alteraciones visuales. En caso de experimentar cualquier efecto adverso, es importante consultar a su médico o farmacéutico.
Respibien debe mantenerse fuera de la vista y del alcance de los niños. No requiere condiciones especiales de conservación y no debe utilizarse después de la fecha de caducidad que aparece en el envase. Los envases y los medicamentos que no se necesitan deben depositarse en el Punto SIGRE de la farmacia para ayudar a proteger el medio ambiente.
El principio activo de Respibien es la oximetazolina hidrocloruro. Cada ml contiene 0,5 mg de oximetazolina hidrocloruro (65 microgramos por pulsación de 0,13 ml). Los demás componentes son: cloruro de benzalconio, glicina (E -640), povidona (E -1201), sorbitol líquido no cristalizable (E -420) y agua purificada. El producto se presenta en frascos de polietileno de alta densidad, blancos, provistos de una bomba dosificadora y de un tapón de rosca que garantiza su correcta conservación. Cada envase contiene 15 ml de solución para pulverización nasal.
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