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Salvarina es un medicamento que combina ibuprofeno, dimenhidrinato y cafeína. El ibuprofeno es un analgésico que alivia el dolor, el dimenhidrinato combate el mareo y la cafeína estimula el sistema nervioso, contrarrestando la somnolencia que puede causar el dimenhidrinato. Este medicamento está indicado para el alivio del dolor y las molestias asociadas a la menstruación en mujeres adultas y adolescentes a partir de 12 años. Es importante consultar a un médico si los síntomas empeoran o no mejoran después de 5 días de tratamiento.
Salvarina no debe ser tomada si se es alérgico a sus componentes, si se ha tenido reacciones alérgicas a medicamentos similares, si se padece de úlcera, hemorragia de estómago o duodeno, enfermedades graves del hígado, riñón o corazón, trastornos hemorrágicos o de la coagulación sanguínea, porfiria, crisis asmáticas, alteraciones cardiovasculares graves, hipertensión no controlada, alteraciones psíquicas que provocan excitación nerviosa, crisis convulsivas, estados de ansiedad e insomnio. También está contraindicado en niñas menores de 12 años. Es importante consultar a su médico o farmacéutico antes de empezar a tomar Salvarina.
Salvarina se toma por vía oral. La dosis inicial para adultos y adolescentes a partir de 12 años es de 1 cápsula cada 4-6 horas según necesidad. Si es necesario, se pueden administrar 2 cápsulas cada 6-8 horas, en adultos y adolescentes a partir de 40 Kg de peso. No se debe exceder las 6 cápsulas en 24 horas. Las cápsulas deben tomarse con un vaso de agua o de otro líquido en las comidas o con leche o inmediatamente después, especialmente si se notan molestias digestivas. Se debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas durante el tratamiento con Salvarina. No se debe tomar la última dosis en las 6 horas anteriores a acostarse para evitar el posible insomnio, sobre todo en pacientes con dificultades para dormir.
Como todos los medicamentos, Salvarina puede producir efectos adversos. Los más comunes son erupciones en la piel, cansancio, somnolencia, dolor de cabeza y mareo. Con menos frecuencia se pueden producir úlceras bucales, prurito, urticaria, púrpura, angioedema, rinitis, dificultades respiratorias, insomnio, ansiedad, intranquilidad, tinnitus y trastornos oculares. En casos raros, pueden aparecer perforación y hemorragia gastrointestinal, esofagitis, estenosis esofágica, empeoramiento de la enfermedad diverticular, colitis hemorrágica inespecífica, reacciones anafilácticas, parestesia, alteraciones psiquiátricas como psicosis, nerviosismo, irritabilidad, depresión, confusión o desorientación.
Salvarina debe mantenerse fuera de la vista y del alcance de los niños. No requiere condiciones especiales de conservación. No se debe utilizar este medicamento después de la fecha de caducidad que aparece en el envase. Los medicamentos no se deben tirar por los desagües ni a la basura. Deposite los envases y los medicamentos que no necesita en el Punto SIGRE de su farmacia. De esta forma ayudará a proteger el medio ambiente.
Los principios activos de Salvarina son ibuprofeno, cafeína y dimenhidrinato. Los demás componentes son celulosa microcristalina, carboximetilalmidón sódico tipo A, sílice coloidal, talco, estearato de magnesio, monoestearato de glicerol y povidona. Salvarina se presenta en forma de cápsulas duras de gelatina de color salmón/amarillo. Se presenta en cajas conteniendo 12 ó 24 cápsulas acondicionadas en blísteres de aluminio.
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