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Hemodren es una pomada rectal que viene en tubos de 15g y 30g, cada uno con una cánula para su aplicación. Este medicamento pertenece a la categoría de los corticosteroides, que son conocidos por su actividad antipruriginosa y antiinflamatoria. Hemodren está diseñado para el tratamiento local sintomático de la inflamación anorrectal y el prurito anal asociados con las hemorroides.
Antes de usar Hemodren, es importante tener en cuenta ciertas precauciones. No se debe usar si se tiene alergia a cualquiera de las sustancias contenidas en la pomada, si se tiene hemorragia hemorroidal o si se tienen infecciones bacterianas, víricas o fúngicas no controladas. En caso de irritación en la zona de aplicación, se debe suspender el uso de Hemodren y, si es necesario, se debe instaurar un tratamiento adecuado. Además, si se presenta una infección asociada, es recomendable incorporar un tratamiento específico complementario. Aunque Hemodren se aplica localmente, puede producirse absorción del producto y en caso de tratamientos prolongados, deben vigilarse los posibles efectos adversos generales del principio activo. Es importante informar a su médico o farmacéutico si está usando, o ha usado recientemente cualquier otro medicamento.
El uso de Hemodren debe seguir las instrucciones proporcionadas a menos que su médico le haya dado otras indicaciones distintas. Es recomendado para adultos y niños mayores de 12 años, aplicando una cantidad de pomada equivalente a dos centímetros en la zona anal y/o rectal una o dos veces al día. Se recomienda realizar las aplicaciones por la mañana y por la noche, preferiblemente después de la evacuación intestinal y aseo personal. No se debe usar más de 7 -10 días seguidos, a menos que el médico indique lo contrario. En caso de sobredosis o ingestión accidental, se debe acudir a un centro médico o consultar al Servicio de Información Toxicológica.
Como todos los medicamentos, Hemodren puede tener efectos secundarios. En casos aislados pueden aparecer reacciones adversas de carácter local, debidas principalmente a hipersensibilidad al preparado, y más aún en tratamientos prolongados. A las dosis recomendadas raramente se producen efectos adversos sistémicos (no locales). Si se produce sensibilidad o irritación en la zona tratada, se debe suspender el tratamiento. Los corticosteroides, si se usan en exceso pueden causar reacciones adversas tales como retención de sodio y agua con edema, movilización de calcio y fosfatos, hiperglucemia, retraso en la cicatrización de heridas y aumento de la propensión a las infecciones. Puede producirse supresión adrenal que puede prolongarse en el tiempo si el tratamiento ha sido prolongado, En esta caso, la interrupción del tratamiento debe ser gradual.
Hemodren debe conservarse a una temperatura no superior a 30ºC y debe mantenerse fuera del alcance y de la vista de los niños. No se debe utilizar Hemodren después de la fecha de caducidad indicada en el envase.
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