A medida que pasan los años, nuestra piel cambia. El paso del tiempo hace que la piel pierda firmeza y tersura y que aparezcan las arrugas.
Este proceso de envejecimiento es natural e inevitable, pero lo que sí podemos evitar o retrasar es el deterioro prematuro o fotoenvejecimiento de la piel provocado por el sol.
¿Cómo se origina el fotoenvejecimiento?
La piel está compuesta por tres capas: la epidermis, la dermis y el tejido subcutáneo. La dermis tiene colágeno, elastina y otras fibras que forman la estructura de la piel y de las que hablamos anteriormente.
Los rayos del sol alcanzan esta capa de la piel y cuando los rayos dañan la piel por sobreexposición, las células de la dermis comienzan a producir melanina para la epidermis, generando un bronceado que, en verdad, trata de bloquear la radiación para que no penetre.
Son los rayos UVB, lo más cortos, los que causan daño en la piel quemándola, pero son los rayos UVA los que producen daños relacionados con el fotoenvejecimiento. Lo que ocurre es que estos rayos atraviesan la dermis y alcanzan el colágeno natural de la piel, entonces la producción de elastina se incrementa como consecuencia se desencadena una producción de enzimas encargadas de reconstruir el colágeno dañado, pero en ocasiones ocurre lo contrario, y lo dañan más aún.
A largo plazo, los efectos del sol en la piel, sobre todo la de la cara que es la más expuesta, se traducen en una piel que pierde progresivamente su capacidad para resistir el estiramiento.
Por lo tanto, sabemos que el fotoenvejecimiento se origina por causas externas a la naturaleza humana y acelera la degradación morfológica de la piel. Así que si somos conscientes de este hecho perjudicial para nuestra piel y nuestra salud, seremos capaces de frenar los signos del envejecimiento por exposición solar.
¿Cómo evitar el envejecimiento de la piel?
A partir de los 30 años comenzamos a ver algunos cambios físicos y con ellos la aparición de algunas arrugas, pero además, si nuestra piel ha pasado largos periodos de tiempo expuesta al sol, corremos el riesgo de que envejezca de forma prematura.
La piel es un órgano sensible que necesita ser cuidada para mantenerla en forma, sobre todo las partes que más han recibido los rayos del sol, como la cara el cuello y también las manos. Tengamos la edad que tengamos, siempre es conveniente protegernos de los efectos de la radiación solar para no agravar su estado.
Hay varias acciones que podemos poner en marcha para retrasar el envejecimiento de la piel provocado por el sol, pero básicamente se centran en dos reglas de oro:
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Una alimentación saludable.
Como siempre, la base de todo es la alimentación. Los alimentos ricos en vitamina E y C son ricos en antioxidantes y refuerzan las defensas naturales de la piel.
Y sobretodo la hidratación, tanto externa como interna. La hidratación comienza desde dentro del organismo. Toma abundantes líquidos, las células de la piel necesitan estar hidratadas, así que trata de beber al menos, dos litros de agua diarios.
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Protege tu piel frente a la radiación solar.
El sol es el responsable de la aparición de arrugas en la piel ya que reduce su capacidad de retener el agua y las sustancias humectantes naturales. Evitaremos las exposiciones al sol en las horas de mayor intensidad, además de usar gafas de sol y factores solares para prevenir el deterioro de la piel.
Reduce las exposiciones al sol, aplica factores de protección por encima del factor 30, no olvides las partes más sensible como son las orejas o los pies. Recuerda aplicarla con suficiente tiempo de antelación y no solo en la playa, en la montaña o mientras practicas deportes de montaña también debemos usarla ya que estamos más cerca del sol y la radicación es más intensa.
¿Cómo combatir los efectos del sol en la piel?
Protegerse de los rayos solares es la mejor prevención para evitar las consecuencias negativas de estas radiaciones que causan daños a largo plazo.
Pero si ya hemos comenzado a notar los efectos del fotoenvejecimiento podemos recurrir a la dermocosmética para tratar de paliar estos signos.
Por ejemplo, los laboratorios Martiderm cuentan con un tratamiento en forma de ampollas que está especialmente indicado para combatir las arrugas de cara y escote, la sequedad de la piel, la flacidez y otras manifestaciones del fotoenvejecimiento de la piel del rostro.
Las ampollas Martiderm contienen proteoglicanos son una clase especial de glicoproteínas actúan como modulador de señales en estados de comunicación entre la célula y su entorno. Su labor principal es la de rellenar los espacios que existen entre las células del organismo y se encarnan de restaurar las células de la piel para aportarle turgencia, estabilidad, elasticidad, hidratación y firmeza.
La exposición constante al sol hace que la piel se arrugue y envejezca más rápidamente, apareciendo también manchas en la piel,así que cuida tu piel y te estarás cuidando a ti también.
¿Algún otro consejo para evitar el fotoenvejecimiento?
Celia es nuestra experta en dermocosmética y te ayudará a escoger siempre los productos más adecuados a tus características y tipo de piel.
¡No dudes en preguntarle!