Los ojos son el espejo del alma y la clave para lucir buena cara y un aspecto radiante suele estar en la mirada. Sin embargo muchas veces es la parte del rostro más complicada ya que esta zona la piel es más fina y frágil y el día a día, la contaminación, y la cantidad de actividad que tiene pueden hacer que reflejen un aspecto cansado y apagado. Hoy veremos cómo cuidar esa zona para que luzca fresca e iluminada.
El contorno del ojo se enfrenta a muchos retos cada día
Uno de los primeras zonas que muestra los signos del paso del tiempo es el contorno del ojo y es que allí la piel es más fina, dejando ver antes cualquier signo de edad o cansancio. El contorno del ojo está formados por 22 músculos que tienen actividad durante todo el día (parpadeamos unas 10.000 veces cada día) y que ponen a prueba continuamente la piel que los recubre. Con el paso del tiempo, el colágeno y la elastina de la zona comienzan a degradarse y aparecen pequeñas arruguitas en el extremo externo del ojo conocidas como patas de gallo.
Con el cansancio o la edad, además, la circulación de la zona se ralentiza haciendo que aparezcan las temidas bolsas y las ojeras.
Las primeras, las bolsas se producen cuando, bajo el ojo, se acumulan líquidos que hacen que se hinche la zona. Una mala postura al dormir u horas de sueño insuficientes hacen que nos levantemos con los ojos hinchados y aspecto cansado. En cuanto a las ojeras, son el resultado de una mala circulación sanguínea bajo los ojos, que se traduce en una acumulación de sangre que se ve a través de la piel fina del contorno de ojos.
¿Cómo evitar estos efectos en la piel más sensible de nuestro rostro?
Los contornos de ojos: un must en tu ritual
Existen cremas especiales formuladas para tratar las necesidades específicas de la piel del contorno del ojo que, aplicadas dos veces al día, nos ayudarán a deshinchar y retensar la zona recuperando ese aspecto descansado que muchas veces el día a día daña.
Estos productos suelen incluir elementos antioxidantes que protegen la zona de las agresiones diarias y componentes que ayudan a mejorar la circulación de la zona y recuperar la elasticidad de la piel. Algunos, como el de la línea Tensage de Endocare, incluyen incluso un toque de color que nos ayudará a terminar de disimular los efectos del cansancio.
Incorporando estas cremas a nuestro ritual de cuidado facial diario observaremos en poco tiempo los resultados y mantendremos una mirada joven durante más tiempo.
¿Cómo se usan los contornos de ojos?
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de utilizar un contorno de ojos son las necesidades específicas de nuestra piel. Conocerlas nos ayudará a elegir el producto que más nos convenga. ¿Empezamos a notar los signos de la edad en nuestra mirada? Entonces buscaremos una crema que nos aporte una dosis extra de colágeno como la de Nuxe. ¿Nuestro problema son los ojos hinchados por la mañana? En ese caso, las cremas con acción descongestionante serán nuestras aliadas. Elegir el producto adecuado es el primer paso para cuidar correctamente la piel de nuestro rostro.
Una vez hemos elegido el producto que más nos convenga, debemos integrarlo en nuestra rutina diaria de belleza. Esta debe realizarse dos veces al día y constaría de los siguientes pasos:
- Limpieza de la zona. El primer paso será siempre preparar la piel del rostro para el cuidado específico Debemos limpiarla correctamente para eliminar, no solo los restos de maquillaje sino también los contaminantes a los que se enfrenta a diario y prepararla para absorber correctamente los productos. Tendremos especial cuidado al retirar el maquillaje de la zona de los ojos aplicando poca presión y no haciendo gestos de “arrastre” que pueden dañar esta piel tan sensible.
- Tratamientos específicos. Tanto por la mañana como por la noche debemos aplicarnos el contorno de ojos y el sérum (si es necesario) teniendo en cuenta que ningún producto, aparte del contorno de ojos, debe aplicarse en esta zona. Pero, ¿Cómo se aplica el contorno de ojos? Nunca debemos arrastrarlo con el dedo sino aplicarlo dando pequeños toquecitos con el dedo en la zona desde el hueso orbital hasta la zona de la ojera o la bolsa y la comisura del ojo. tampoco aplicaremos el producto en el párpado móvil ya que hidrataríamos una zona ya de por sí más grasa.
- Hidratación. Por último, utilizamos nuestra crema hidratante habitual para terminar el tratamiento y nutrir la piel. ¡En este punto no debemos olvidar el cuello! Esta zona acusa también el paso del tiempo y no se suele incluir ni en la zona del rostro ni en la del del cuerpo quedando desprotegida.
Siguiendo estos pasos y siendo constantes mantendremos una mirada joven y luminosa durante más tiempo. Y vosotros, ¿tenéis algún truco para cuidar el contorno de ojos?
Celia es nuestra experta en dermocosmética y te ayudará a escoger siempre los productos más adecuados a tus características y tipo de piel.
¡No dudes en preguntarle!