Aunque ya no los veamos tan a menudo como en verano, es importante cuidar de nuestros pies también en invierno. Si cuidamos la piel de nuestra cara y nuestro rostro durante todo el año, ¿por qué no hacerlo también con la de nuestros pies?
Cuidando nuestros pies a diario estarán suaves y preparados para el verano y además evitaremos molestias provocadas por un mal apoyo o un roce excesivo. Este invierno, ¡no olvides mimar también tus pies!
Los desafíos a los que se enfrentan los pies
Todos los días nuestros pies se enfrentan a numerosos retos, nos llevan a todas partes y sufren el roce de zapatos que muchas veces no están diseñados para cuidarlos. Por ello, y para protegerse, la piel de los pies comienza a endurecerse dando lugar a lo que conocemos como callos o durezas que aparecen principalmente en los talones y el antepié.
Si no se trata este problema, se seguirá creando esta piel más dura (conocida como queratosis) y más seca que es proclive a inflamarse y sufrir problemas de infecciones y hongos. Por ello, debemos cuidar a diario la salud de nuestros pies para que luzcan, no solo más bonitos sino también más sanos con la ayuda de productos como la lima Velvet Smooth y su Sérum Intenso ENLACE A PDTO, pensados específicamente para nuestras necesidades.
Un pequeño ritual de pedicura te ayudará a mantener tus pies suaves todo el año
A veces nuestro día a día nos impide seguir una rutina de cuidados y belleza adecuada y nuestros pies suelen ser los primeros olvidados. Por eso, hoy os recomendamos una rutina semanal de 20 minutos para cuidar la piel de nuestros pies y que la falta de tiempo no nos impida disfrutar de unos pies cuidados y sin durezas.
1 – Humedece tus pies (10 min)
Llena un recipiente con agua tibia y sumerge los pies en él durante aproximadamente 10 minutos. No sólo se ablandará la piel dura o reseca y será más fácil eliminarla sino que te ayudará a relajar los pies y a liberar las tensiones que hayan podido acumular con el tiempo. Si además añades aceites esenciales o relajantes aún aumentarás su poder relajante y disfrutarás de tu propio spa en casa. ¡Tus pies y tu mente te lo agradecerán!
2 – Suaviza tu piel (5 min)
Saca los pies del agua y sécalos con cuidado con una toalla dándoles pequeños toquecitos. Una vez secos, usa la lima Velvet Smooth para eliminar las durezas que hayan podido crearse. Al haber estado durante un tiempo sumergida en agua, esta piel muerta se desprenderá con mayor facilidad reduciendo la irratación en tus pies.
Por su forma ergonómica, podrás pasar la lima por todas aquellas zonas que requieran tratamiento, incluso las más complicadas. Recuerda no dejarla más de 5 segundos en la misma zona y no apretar la lima contra la piel ya que podrías irritarla (la lima Velvet Smooth dispone de un sensor que la detiene si se ejerce demasiada presión). Realiza varias pasadas y ten en cuenta que es posible que, en función de tu caso, no se eliminen todas las durezas el primer día. Sé paciente y verás resultados al cabo de pocas semanas.
En pocos minutos empezarás a notar tu piel más suave y blanda y, con el paso del tiempo, irás notando resultados más duraderos.
3 – Hidrata la piel de tus pies (5 min)
Una vez limpia y exfoliada, la piel de nuestros pies es más receptiva a la hidratación. Es el momento de aplicar un producto hidratante para nutrirla y ayudarla a recuperarse después de la exfoliación. El Sérum Intenso Velvet Smooth es la opción perfecta ya que, además de hidratar, aporta Ácido Hialurónico y Caviar Verde que te ayudarán a mantener la piel más suave y nutrida durante más tiempo. Es el momento perfecto además para un pequeño masaje relajante que ayude a que penetre el producto.
Con una pequeña rutina semanal irás notando como poco a poco la piel de tus pies es más suave y desaparecen los callos y durezas. Cuidando tus pies durante el invierno, los tendrás listos para cualquier sandalia cuando llegue el calor.
¿Qué rutina seguís vosotros para tener los pies suaves durante todo el año?
Celia es nuestra experta en dermocosmética y te ayudará a escoger siempre los productos más adecuados a tus características y tipo de piel.
¡No dudes en preguntarle!