Autoplastias (aplanar las orejas), rinoplastias (empequeñecer la nariz) o estiramientos de la piel de la cara son operaciones de cirugía que cada vez demandan más los hombres, que suelen tener entre 50 y 60 años de edad, están separados de su mujer y trabajan de cara al público. El objetivo de los hombres al someterse a estas operaciones es “permanecer jóvenes”, bien porque su pareja lo es o porque el trabajo les obliga a cuidar su aspecto físico, dijo a Efe el director de Molding Clinic de Marbella, Ramón Roigé, que explicó que aunque los hay de todas las profesiones, abundan los altos ejecutivos.
Aproximadamente, el 35 por ciento de las intervenciones de cirugía se realiza a hombres, frente al 20 por ciento de hace unos años, aunque son las mujeres, con liposucciones, aumento de mamas y estiramientos de piel, las que copan estos servicios. Molding Clinic no realiza operaciones de aumento de pecho a menores de 18 años, aunque sí autoplastias y rinoplastias con la autorización de los padres, operaciones que se hacen “casi siempre por complejo” y algunas veces por estética, según Roigé, que precisó que una persona “debe someterse a una cirugía por convencimiento propio, no por influencia de los demás”.
La nariz, la boca y la expresión de la actriz Penélope Cruz son de las más solicitadas por las clientes, pero la clínica trabaja “si encontramos el caso coherente, si la persona lo necesita y si está dentro de las posibilidades médicas”, por lo que un psicólogo se encarga de “hacerles ver que no podemos convertirlas en una persona determinada, sino que deben continuar siendo uno mismo”.
Además de la cirugía plástica, los servicios más demandados de la Molding Clinic, que “no sólo ofrece estética, sino también salud y bienestar”, son los tratamientos “antienvejecimiento” u “ozonoterapia” y la conocida como “molding mask”, técnica exclusiva del centro del doctor Roigé que rejuvenece sin pasar por el quirófano. El cliente, en tan sólo diez días y por no más de 8.500 euros, se somete a un tratamiento con catorce productos naturales que actúan sobre la cara durante 38 horas y rejuvenece la piel entre quince y veinte años sin necesidad de cirugía.
“Hay personas que recogemos en el aeropuerto, se hacen un tratamiento molding mask o antienvejecimiento, pasan unos días en la clínica y regresan a sus casas”, explicó Roigé, que añadió que el 70 por ciento de los pacientes que atiende es extranjero y que, aunque poco a poco se impone, los españoles siguen siendo más reacios a estas técnicas.
El “antienvejecimiento” u “ozonoterapia” es un tratamiento que pretende “alargar la longevidad” y que, con un estudio genético, puede determinar si los cromosomas tienen predisposición a padecer una enfermedad determinada. Se intenta frenar el envejecimiento y “conseguir que una persona con 70 u 80 años, pueda jugar a golf o a tenis y aparentar de cara 45 años”, porque “no creemos en mejorar externamente sin hacerlo internamente”, concluyó Roigé.
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