La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel que cursa de forma crónica o recurrente, cuyos síntomas principales son descamación, lesiones en la piel en forma de eccemas y picor intenso que pueden afectar a diversas partes del cuerpo.
No es un proceso contagioso, pero sí muy molesto, que cursa normalmente en dos fases, una primera fase en que la piel sufre de sequedad severa y está muy sensible, y en la que también pueden aparecer pequeñas descamaciones y una segunda fase que conocemos como fase activa o brote en que la piel requerirá de un tratamiento para calmar el proceso inflamatorio y el picor que se desencadena.
La dermatitis atópica puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente en las primeras etapas de vida, sobre todo en bebés y niños. Según datos de las últimas encuestas la incidencia de esta enfermedad en los países desarrollados es de entre un 10% y un 20% de la población total. Con estos datos me parece importante destacar que, a pesar de ser una enfermedad con un importante factor hereditario, la incidencia es mayor en las zonas urbanas y precisamente es en estos casos, dónde los niños diagnosticados de atopia en la piel siguen en aumento.
Síntomas de la dermatitis atópica
En cuanto al tratamiento de esta enfermedad, el primer síntoma que se suele controlar es el picor, debido a que si rascamos las zonas afectadas podemos agravar las lesiones, lo más habitual en estos casos es la recomendación de corticoides tópicos que disminuyen la inflamación y el picor, pero es importante tener en cuenta los corticoides tienen una serie de limitaciones en su uso y más aún en el caso de los niños.
Consejos farmacéuticos ante un brote de dermatitis atópica:
En cuanto a cosas que podemos tener en cuenta para ayudar en un caso de brote de atopia, las dos principales son unas correctas normas de higiene y una buena hidratación. Siempre vamos a intentar evitar las duchas y los sustituiremos por baños con agua templada de no más de 15 o 20 minutos. Hay que evitar siempre los jabones o productos agresivos y evitar también en la medida de lo posible esponjas o manoplas.
Otras cosas a tener en cuenta son la ropa que usan los niños, debemos evitar tejidos sintéticos que no traspiren o el uso de prendas con lana (ya que provocan un aumento de la temperatura corporal y esto haría empeorar el brote).
En cuanto a la hidratación y cuidado de la piel, un gran aliado que nos puede ayudar a mejorar los síntomas asociados a la dermatitis y que podríamos usar incluso en caso de estar aplicando ya un tratamiento con cortisona tópica es la pomada Dermaveel, de laboratorio Heel, de la que os hablaré con más detalle en la próxima publicación.
Isabel Valiente
Alba Monadaray es nuestra Licenciada en Farmacia experta en Parafarmacia, siempre tiene un consejo para ayudarte a tomar o aplicar los productos de parafarmacia