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California da alternativas al bronceado sin los peligros del sol

30 octubre, 2013

California, el paraíso de la piel dorada, ha puesto de moda una nueva técnica de bronceado donde, como en una cadena de lavado de coches, se dispara sobre el cuerpo un autobronceador que da el tono ideal, sin los peligros del sol. Este es un nuevo método para lograr ese color dorado de pie que llega en una era en la que el público es consciente de los peligros solares, que van desde las simples quemaduras, hasta el cáncer de piel.

Californa da alternativas

“Se trata de un bronceado adecuado a cada individuo, apropiado para su constitución, su tipo de piel o su meta a la hora de ponerse moreno, todo ello sin la presencia del sol”, afirma la compañía Mystic Tan, nombre con el que se ha bautizado este nuevo invento. De hecho, el nuevo bronceado no podría alejarse más de los perniciosos a los pocos entendidos, les pueden recordar a un cuarto de baño portátil, provisto con duchas similares a las mangueras de jardín.

Esta especie de cadena de locales de “lavado de coches” en versión humana, ofrece un rociado de líquido bronceador sin sol que, según prometen sus creadores, da un color moreno perfecto y natural a la piel, en 60 segundos.

Al menos eso es lo que asegura la compañía en Internet y parece ser cierto, porque el invento está haciendo furor en California, donde los que lo han probado aseguran que cumple las promesas. Como indica Dense Bourdages, directora de un salón de belleza en Los Ángeles, se trata de una técnica que incluso está suplantando el interés de sus clientes de rayos UVA.

El proceso es sencillo y privado, y por 25 dólares en promedio por tratamiento, la persona es rociada con la sustancia bronceadora varias veces y de manera uniforme por todo el cuerpo.

Se trata de un producto similar a las cremas bronceadoras sin sol la alcance de cualquiera, que es rociado de forma uniforme, sin peligro de que un área del cuerpo quede más cubierta que otra y se produzcan parches.

Esta fue la idea original de Mystic Tan, nacida en 1995 cuando Troy Cooper y Thomas Laughlin comenzaron a preparar un prototipo basado en el deseo de rociarse con líquido bronceador. El método actual es algo más sofisticado en su aplicación, acompañada de un gorro para proteger el cabello y crema para que no se acumule el bronceador en nudillos y otras articulaciones. El resultado, especialmente a las cuatro horas de su aplicación es el bronceado deseado, con una duración de cuatro o cinco días.

Avalado por diversos dermatólogos como inofensivo e inocuo si se respira, como todo método, no le faltan detractores. Sin embargo, por el momento, la mayor queja es que deja un tono demasiado naranja en la piel, algo que sus creadores rechazan.

Por cierto, su uso es perfectamente compatible con la ducha o el baño de mar, una vez pasadas las cuatro horas después de su aplicación, o al menos eso es lo que afirman sus creadores que también lucen un perfecto bronceado.