5 consejos para proteger tus manos del frío

“Antes de que aparezca cualquier síntoma como los sabañones, debemos proteger las manos mediante bálsamos o cremas cuyas propiedades sean las indicadas para ese fin.”

La llegada del invierno y las bajas temperaturas, hacen necesario que nuestro cuerpo esté preparado para estas circunstancias. El mejor remedio evidentemente es ir bien abrigado, pero existen partes o zonas de nuestro cuerpo que son más propicias por sus características, a verse afectadas de forma más severa por este tipo de inclemencias meteorológicas. Las manos se ven altamente influenciadas por este tipo de acontecimientos, y en determinadas ocasiones nos originan distintos problemas como puede ser la aparición de sabañones. La utilización de unos buenos guantes o manoplas a veces no son suficiente para contrarrestar el efecto helado de las bajas temperaturas, aunque siempre ayudan. En ocasiones este hecho no es posible debido al tipo de trabajo que desarrollamos, y es necesario tenerlas expuestas a la intemperie. También una mala circulación de la sangre puede originar diferentes anomalías en nuestras manos.

“Las armas necesarias para combatir el frío”

Antes de que aparezca cualquier síntoma de estas características como los anteriormente señalados sabañones, debemos protegerlas mediante bálsamos o cremas cuyas propiedades sean las indicadas para ese fin, creando una película protectora que permite mantenerlas aisladas en gran medida del intenso frío. Esto y la utilización de unos buenos guantes o manoplas, (cosa que se hace imprescindible para que estos productos tengan los resultados deseados), nos proporcionarán las armas necesarias para combatir los efectos del frío. En nuestra farmacia, puedes encontrar productos relacionados con este tipo de propiedades, de efecto protector y reparador como el Pack Duplo Manos Neutrógena.

“Hábitos aconsejables”

Para pasar de la mejor manera el invierno, y no vernos afectados por este tipo de calamidades, vamos a dejar 5 consejos para mantener nuestras manos protegidas del frío:

1. 1. Mantenerlas el menor tiempo posible a la intemperie.

1. 1. Masajearlas de forma continuada para mantener activo el riego sanguíneo.

1. 1. Realizar ejercicio físico asiduamente.

1. 1. Usar prendas aislantes de buena calidad.

1. Aplicar cremas protectoras.