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Problemas respiratorios que acompañan al otoño

2 octubre, 2015
Respirar en otoño

¿A qué huele el otoño? El agradable olor a hojas secas y humedad para algunos es lo mejor de esta estación, aunque hay otras personas a las que no les parece tan agradable. La llegada de esta estación puede llegar a ser un problema para quienes son susceptibles a los cambios de temperatura.

La humedad, el viento, e incluso las emisiones de algunos tipos de árboles y plantas que pueden causar problemas respiratorios. Durante esta temporada debemos protegernos ante el descenso de las temperaturas, la lluvia y el viento para evitar que estos problemas duren hasta el final del invierno y poder respirar mejor.

Este otoño nos van a hacer falta algo más que ropa de abrigo para protegernos de las típicas afecciones que acompañan a esta estación del año. Pero, ¿cuáles son?

Respirar mejor durante el otoño

Las temperaturas durante la estación de otoño nos recuerdan al calor del verano durante el día y al frío del invierno que asoma por la tarde, con estos cambios meteorológicos no hay cuerpo que no se resienta. La disminución de la temperatura, la baja humedad y en muchas ocasiones, el alto nivel de contaminación son factores que favorecen el aumento de las infecciosas, inflamatorias y alérgicas durante las temporadas de frío.

Las buenas noticias son que existen tratamientos que nos ayudan a llevar mejor los síntomas de estas afecciones de las vías respiratorias durante el otoño y nos permiten continuar con nuestro día a día.  La tos irritativa, las mucosidades espesas y la ronquera pueden ser aliviadas con jarabes como Drosinula, indicado especialmente para minimizar las molestias de estas afecciones . También encontramos a la venta las cápsulas de eucalipto (Arkocapsulas Eucalipto) recomendadas para tratar las infecciones del aparato respiratorio y las afecciones agudas de los bronquios. Estos tratamientos ayudan a que estas afecciones respiratorias no vayan a peor y no empeore nuestra situación, además de ser un aliado para ser capaces de continuar con nuestra rutina diaria.

Hoy, vamos a entender un poco más sobre estas enfermedades que proliferan a través de infección por virus como los que son causados por los cambios meteorológicos.

Enfriamiento o resfriado común

Coger un constipado es bastante frecuente en esta época del año, los cambios bruscos de temperatura durante el otoño hacen que pasemos tanto frío como calor varias veces a lo largo del día. Los síntomas son secreción nasal, estornudos y dolor de garganta pero la persona no se debilita. No requiere de antibióticos aunque es causada por varios tipos de virus, siendo el rinovirus el más común y contagioso. Podemos transmitir estos virus a través de la tos, estornudo o contacto personal y deberemos estar alerta ya que una baja resistencia del organismo también puede exponer aún más el riesgo de contraer un resfriado. El resfriado común dura en promedio tres a cinco días, y la curación la produce el propio organismo, en forma espontánea.

Tratamiento del constipado:

  • Reposo si hay fiebre.
  • No fumar.
  • Tomar abundantes líquidos. Los líquidos calientes ayudan a sentirse mejor.
  • En los niños pequeños,mantendremos las vías respiratorias abiertas apoyando a los pequeños en almohadas elevadas a unos 30 grados contra la cabecera de la cama.
  • Estar en ambiente húmedo  o usar vaporizadores.
  • Bajar la temperatura y calmar el dolor mediante medicamentos.

Gripe

La gripe es mucho más fuerte que el resfriado, viene acompañada por síntomas tales como fiebre de más de 38 ° C, dolores musculares, estornudos, escalofríos, tos, congestión nasal, inflamación de las vías respiratorias y generalizado malestar.

El antibiótico sólo está indicado si la gripe supera los 4 días, cuando pueden aparecer complicaciones como sinusitis, bronquitis y neumonía. Podemos contagiarnos de la misma manera que el resfriado común, pero esta afección es mucho más severa.

Tratamiento de la gripe:

  • Hacer reposo en domicilio, no tiene porqué ser necesariamente en la cama.
  • No fumar.
  • Ingerir muchos líquidos, sobre todo calientes.
  • Hacer una dieta blanca.
  • Vahos o vaporizador si tiene tos.
  • tratar de bajar la temperatura.
  • Calmar el dolor.
  • Hacer gárgaras.
  • Usar antigripales o descongestivos.

Neumonía

Considerada una de las más graves enfermedades respiratorias, en ocasiones puede o no ser una complicación de la gripe. Al principio, los síntomas de ambas enfermedades son bastante parecidos,  pero quien tiene neumonía tiene el marco extendido febril, dolores en el pecho, dificultad para respirar, palidez, tos con esputo y flema amarilla.

Con los ancianos tendremos especial cuidado porque algunos de los síntomas son manifestaciones diferentes, incluyendo la ausencia de fiebre y algunos cambios neurológicos.

La neumonía llega a ambos  pulmones o sólo a uno de ellos, trayendo graves inflamaciones en este órgano y es causada por infecciosos o irritantes agentes siempre, que pueden ser: bacterias, virus, hongos o alergias.

Asma

Es una enfermedad pulmonar crónica, que afecta tanto los pulmones como las vías respiratorias. No es contagiosa pero debemos tener en cuenta que los resfriados y la gripe pueden empeorar una crisis asmática. Los síntomas más comunes son: seca tos, sibilancia y dificultad para respirar.

Las crisis generalmente se desencadenan por la exposición al aire frío, contaminación, humo, ácaros, polvo, moho, polen, humo, desinfectantes, pintura y algunos alimentos que conducen a las crisis alérgicas.

Laringitis

Sucede cuando se inflama la laringe, generalmente puede causarla una  infección viral, fumar e incluso por el uso excesivo de la voz. Quien padece de  laringitis, suelen tener fiebre baja o moderada, ronquera, tos seca y dolor de garganta. Los resfriados y la gripe también pueden empeorar el cuadro de la enfermedad. Puede considerarse un caso más graves si llegan a más de tres semanas, entonces se trata de una laringitis crónica.

Bronquitis

Caracteriza por una inflamación de los bronquios, causada por virus o en algunos casos por infecciones bacterianas. Aparece en forma aguda como la crónica, la primera de las cuales tiene corta duración. Ya la crónica puede durar años.

Los síntomas son básicamente las mismas para ambos, con la presencia de tos seca, catarro, jadeo y dificultad para respirar.

La bronquitis dura 10 a 15 días en las personas sanas pero a veces la tos persiste más tiempo.

Tratamiento de la bronquitis:

  • Reposo en casa.
  • No fumar.
  • Intentar situarse  en ambientes húmedos  o recurrir a vaporizadores ya que ambientes secos aumentan la tos.
  • Beber abundantes líquidos, sobre todo calientes para ayudar a deshacer las flemas y facilitan la expectoración. Tomar duchas calientes produce el mismo efecto.
  • Colocar la bolsa de agua caliente o paños con calor seco directamente sobre su pecho. Podemos plancharlos para darles calor.
  • Bajar la temperatura y calmar el dolor con tratamientos como jarabes o cápsulas de eucalipto.
  • Antibióticos si se requiere

Reforzar nuestro sistema inmunitario es la mejor manera de prevenir estas infecciones y otras. Si conseguimos asegurar nuestro sistema inmunitario frente a las agresiones meteorológicas externas,seremos capaces de minimizarlas y neutralizarlas en nuestro organismo y de esta manera seremos capaces de evitar la enfermedad.

Y a ti, ¿cómo te afecta el otoño?