El ritmo de vida acelerado que nos obligan a transgredir los tiempos de la Madre Naturaleza y hasta nos va matando lentamente al apurar los tiempos de nuestra alimentación obligándonos a ingerir comidas rápidas carentes de los nutrientes necesarios y sobrecargadas de aquellos que nos hacen daño.
Este problema alimentario no es nuevo ni desconocido para los habitantes de los Estados Unidos, quienes desde hace tiempo vienen sufriendo el problema de tener una población con un alto índice de obesidad a causa de la mala alimentación.
Lamentablemente esos malos habitos se van extendiendo cada vez más a lo largo del mundo y cada vez son más los estudios que existen que empiezan a revelar que en América Latina las personas están dejando de lado cada vez más sus jugos de frutas frescas, el consumo de verduras y carnes para dar paso a las bebidas azucaradas, alimentos grasos y frituras. Y todo esto debido al aumento de velocidad en el diario vivir, lo cual obliga a las personas a optar por la comida rápida como parte de su dieta diaria.
El aumento de la obesidad, los problemas de hipertensión y el desarrollo de diabetes en los jóvenes es algo que está comenzando a preocupar a la Organización Panamericana de la Salud. Y no es para menos con estadísticas tan sorprendentes como las que se han registrado en los Estados Unidos. Hoy sabemos que alrededor de 280 mil americanos adultos mueren anualmente por exceso de peso.
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