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Prepara tu organismo, ¡Detoxifícate antes de navidades!

10 noviembre, 2014

Se acercan las navidades, en unas semanas nos encontraremos con las típicas comidas y cenas donde abundan los excesos de comida y bebida. Estos excesos favorecen el aumento de tóxinas en nuestro organismo, que en caso de no eliminarlas pueden favorecer la aparición de alteraciones digestivas, sueño, cambios de humor, fatiga, celulitis, estreñimiento.
Concretando en los hombres, estos excesos se traducen fundamentalmente en problemas digestivos, dolor abdominal y en otros casos fatiga. En el caso de las mujeres son más habituales el incremento de retención de líquidos, cambios de humor, estreñimiento, o aparición de celulitis.
detoxificación
El cuerpo humano tiene una serie de mecanismos para eliminar las toxinas, sin embargo, en algunos casos, necesita un complemento externo que le ayude en este proceso. Por ello, utilizar un tratamiento que estimule y favorezca el drenaje y la detoxificación, junto con una vuelta a las costumbres saludables, es el secreto para encontrarnos mejor antes de llegar a las Navidades.

La detoxificación es un conjunto de procesos por los que las toxinas movilizadas se metabolizan para ser neutralizadas y convertidas a formas menos tóxicas y asegurar su excreción y eliminación. El Hígado es el órgano donde se producen la mayor parte de procesos metabólicos y el que juega el papel más importante en la detoxificación. Transforma las sustancias tóxicas en formas no tóxicas e hidrosolubles. Los riñones son los encargados de eliminar esas toxinas a través de su excreción en la orina.
De esta forma si repites esta rutina de desintoxicación 2 veces al año, tu organismo te lo agradecerá.

Si el organismo está intoxicado, este nos avisará en forma de distintas manifestaciones o síntomas. Por ello, hay que ser conscientes de que esos síntomas son indicios de que el organismo contiene una elevada cantidad de toxinas que no puede metabolizar por sí solo. Estos síntomas pueden ser: alergias, artritis, asma, diabetes, fatiga, problemas digestivos, infecciones frecuentes, insomnio o frecuentes cambios de humor, celulitis u obesidad, problemas cutáneos, como erupciones, eccema u otros, etc.