He aquí la segunda parte de Cómo utilizar el Jengibre en la cocina, en la cual te presentamos dos modos más de preparación del jengibre. ¡Esperamos que te sea útil!
Jengibre molido
El jengibre molido lo puedes obtener de la raíz seca triturándola hasta conseguir un polvo uniforme. Una vez en este estado, es preferible consumirlo antes de que pasen tres meses ya que se pierden aromas.
El jengibre molido lo puedes usar para acompañar otras especias como canela, pimienta o nuez moscada en la elaboración de platos horneados o para realizar bollería.
El jengibre de este modo concentra mucho el sabor, así que recuerda usarlo en la cantidad justa.
Jengibre en almíbar
El jengibre en almíbar se prepara con raíces frescas (250gr), azúcar (250gr) y agua (500ml), usándolos de la siguiente manera:
- Limpia la raíz, pélala y córtala en pequeños trozos.
- Pon agua en una olla y añádele el azúcar cuando ésta hierva.
- Remueve el azúcar constantemente a fuego lento para evitar que se forme caramelo en el fondo.
- Añade el jengibre fresco y cuécelo removiendo durante media hora, hasta dejar el jengibre blando. Puede tardar más dependiendo de la frescura del jengibre.
- Esteriliza un tarro de cristal hirviéndolo en agua, para después para que contenga la confitura.
En este estado el jengibre te durará hasta 1 año en la nevera, y podrás usarlo para elaborar bollería o a modo acompañante de postres.
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