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Beneficios del aceite de hígado de bacalao

3 febrero, 2020

El aceite de hígado de bacalao es un sustituto del aceite de pescado; se obtiene al separar el hígado cocinado del aceite en sí.1 Aporta una amplia variedad de vitaminas (como la A y la D) que influyen directamente en la sangre (colesterol, triglicéridos); y también funciona como tratamiento de enfermedades para la diabetes, artrosis, depresión, etc.2

Entre los beneficios del aceite de hígado de bacalao se encuentra la prevención ante infecciones respiratorias; y enfermedades ocasionadas por la degeneración de la vista. Además, dependiendo del tipo de piel, este aceite acelera el proceso de cicatrización de heridas, quemaduras y/o los sarpullidos.

Principales beneficios del aceite de hígado de bacalao

La dosis recomendada varía de acuerdo con distintos factores, como condición de salud, edad y alimentación; sin embargo, lo recomendable es seguir las indicaciones de especialistas (médicos, farmacéuticos, etc).2 Distintos estudios han señalado que una dosis de más de 3 gramos al día puede disminuir la coagulación en la sangre. Por cada cucharada se obtienen 450 UI.3

Este aceite es muy recomendado para enfermedades que puedan surgir dentro del organismo (estómago, hígado, etc); como en enfermedades que puedan surgir en el área externa del cuerpo. Entre los principales beneficios que ofrece el aceite de hígado de bacalao se encuentran:

Previene enfermedades

Este aceite contiene ácidos grasos (Omega 3) que ayudan no solo a combatir sino también a prevenir distintas enfermedades; como las coronarias (en las arterias), las que causan inflamación y las que alteran la presión arterial.2 El omega 3 facilita la circulación de la sangre, reduciendo la acumulación de grasa en la sangre; lo que se traduce en un colesterol malo. 

Fortalece los tejidos

La vitamina D ayuda a confortar el tejido de los huesos y de las uñas. Por ello, su consumo es ideal para niños que están en edad de crecimiento y endurece aún más estos tejidos en su edad adulta. Este aceite de hígado contribuye con la absorción de calcio, regulando la cantidad de minerales en la sangre.3 

También alivia el dolor en los huesos y en las articulaciones, trata el raquitismo.4 Los ácidos grasos del Omega 3 reducen la inflamación crónica que se produce en los huesos y en las articulaciones; de manera que tratan y evitan los riesgos de padecer patologías afines. De hecho, reduce los dolores en las articulaciones para las personas que padecen de artritis reumatoide.4

Alimenta

Es muy nutritivo, una sola cucharada proporciona cerca de un 90% de las necesidades diarias de vitamina A; y cerca de un 110% de las necesidades diarias de vitamina D4. En efecto, es una de las mejores fuentes de nutriente que existen.4

Mejora la visión

En edad avanzada, las personas suelen perder progresivamente la visión, sea por degeneración macular (DMRE) o por glaucoma. En consecuencia, los ácidos grasos de omega 3 que proporciona este suplemento, protege contra las múltiples enfermedades oculares; pues, reducen los factores de riesgo que generan el daño.

Probabilidades de enfermedades cardíacas

Diversos estudios han concluido que el consumo regular de pescado reduce las probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas. Efectivamente, reduce los triglicéridos entre un 15 y un 30%; disminuye la presión arterial; mientras elimina el “colesterol malo”, incrementa gradualmente el “colesterol bueno” que está relacionado con la aparición de enfermedades cardíacas.

Adicionalmente, reduce la aparición de placas en las arterias (causante de ataques cardíacos).4

Mejora el estado de ánimo

Aunque su impacto es relativamente pequeño, los suplementos de omega 3 ayudan a reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Esto se debe al aporte de la vitamina D, la cual se une a los “receptores” cerebrales; impulsando a que se liberen las hormonas como la serotonina.4 

Trata enfermedades intestinales

Un consumo relativamente bajo ayuda a curar las úlceras que aparecen tanto en el estómago como en el intestino. Aun así, el aceite de hígado de bacalao alivia la inflamación que puede aparecer dentro del organismo: infecciones bacterianas, tabaquismo y/o exceso de ácido estomacal. 

Aunado a lo anterior, ayuda a curar las úlceras en el estómago y en el intestino. 

Inclusión a la dieta

El aceite de bacalao se puede incluir fácilmente a cualquier dieta: desde su forma líquida, la cual viene en las latas de pescado hasta las cápsulas, que son más comunes. En este sentido, se puede consumir en platillos sencillos, en playas, hasta en comida casera, sin dejar de lado los distintos beneficios que ofrece.4 

Aunque no existe en sí una dosis recomendada, es común ingerir entre 1 a 2 cucharadas diarias sin excederse; de lo contrario, se podrían presentar distintas consecuencias como una intoxicación por exceso de vitamina A.4 En caso de querer evitar el sabor a pescado, es recomendable tomar este aceite con el estómago vacío antes de la primera comida del día.

Referencias

  1. Swanson D, Block R, Mousa SA (2012) “ Omega-3 Fatty Acids EPA and DHA: Health Benefits Throughout Life” Advances in Nutrition
  2.  MC Morris, F Sacks, B Rosner (1993) “Does fish oil lower blood pressure? A meta-analysis of controlled trials.” American Heart Association
  3. Monteiro R, Azevedo I (2010) “Chronic Inflammation in Obesity and the Metabolic Syndrome” Mediators Inflamm.
  4. Balk EM, Lichtenstein AH, Chung M, Kupelnick B, Chew P, Lau J. (2006) “Effects of omega-3 fatty acids on serum markers of cardiovascular disease risk: a systematic review.” Atherosclerosis.
  5. Flynn A (2003) “The role of dietary calcium in bone health.” Proc Nutr Soc. 
  6. Gruenwald J, Graubaum HJ, Harde A. (2002) “Effect of cod liver oil on symptoms of rheumatoid arthritis.” Adv Ther.
  7. Mukherjee S, Date A, Patravale V, Korting HC, Roeder A, Weindl G (2006) “Retinoids in the treatment of skin aging: an overview of clinical efficacy and safety” Clin Interv Aging.
  8. Christakos S, Dhawan P, Porta A, Mady LJ, Seth T. (2011) “Vitamin D and intestinal calcium absorption.” Mol Cell Endocrinol. 
  9. Ramdas WS, Wolf RCW, Kiefte-de Jong JC, Hofman A, de Jong PTVM, Vingerling JR, Jansonius NM (2012) “Nutrient intake and risk of open-angle glaucoma: the Rotterdam Study” Eur J Epidemiol.
  10. Raatz SK, Silverstein JT, Jahns L, Picklo MJ (2013) “Issues of Fish Consumption for Cardiovascular Disease Risk Reduction” Nutrients. 
  11. Abedi E, Sahari MA (2014) “Long-chain polyunsaturated fatty acid sources and evaluation of their nutritional and functional properties” Food Science & Nutrition
  12. Almerighi C, Sinistro A, Cavazza A, Ciaprini C, Rocchi G, Bergamini A. (2009) “1Alpha,25-dihydroxyvitamin D3 inhibits CD40L-induced pro-inflammatory and immunomodulatory activity in human monocytes.” Cytokine.
  13. Cannell JJ, Vieth R, Willett W, Zasloff M, Hathcock JN, White JH, Tanumihardjo SA, Larson-Meyer DE, Bischoff-Ferrari HA, Lamberg-Allardt CJ, Lappe JM, Norman AW, Zittermann A, Whiting SJ, Grant WB, Hollis BW, Giovannucci E. (2008) “Cod liver oil, vitamin A toxicity, frequent respiratory infections, and the vitamin D deficiency epidemic.” Ann Otol Rhinol Laryngol.