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Abandono de la dieta mediterránea

28 mayo, 2013

Ahora que podemos permitirnos alimentarnos mejor, lo hacemos cada vez peor. El desarrollo económico ha supuesto el fin de la dieta mediterránea en muchos hogares españoles. Ahora comemos mas que nunca platos con execesiva cantidad, muy ricos en grasas e hidratos y casi no hacemos ningún tipo de ejercicio. Como consecuencia, el sobrepeso y la obesidad están a la orden del día, cosa a tener muy en cuenta hoy, 28 de mayo, Día Nacional de la Nutrición.

Dice la Encuesta Nacional de Salud de 2012 (elaborada por el Ministerio de Sanidad y el Instituto Nacional de Estadística) que la obesidad y el sobrepeso afectan ya al 53,7% de la población adulta. Además, el 45% de los niños españoles, casi uno de cada dos, padece exceso de peso, según datos de la Estrategia Naos para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad.dieta_mediterranea

“Estamos abandonando a pasos agigantados la dieta mediterránea que practicaban nuestros abuelos, aquella basada en leguminosas, pero en pocas cantidades, y con bastante fruta, verdura y pescado”. Lo asegura Ángel Gil, presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada.

 

Los españoles estamos bien alimentados, sin embargo, se esta notando un déficit de la Vitamina D, que obtenemos un 20% de la necesaria de los alimentos. Una persona debería tomar el sol unos 15 minutos de media diarios, lo que supondría un 80% de la vitamina D necesaria para nuestro organismo.

Estamos bien nutridos, aunque como explica Gil “sí existe una malnutrición por exceso y eso significa que hay una proporción muy elevada de personas con sobrepeso y obesidad. Y eso no es un buen estado nutricional”.

Según el experto, “el 95% del sobrepeso y la obesidad se debe a malos hábitos, condicionados por un cierta susceptibilidad génica, pero sobre todo por malos hábitos. Ahí estamos francamente mal y debemos revertirlo”.

Más allá de la nutrición, el problema está en el sedentarismo. “Cuando una persona tiene sobrepeso no solo es por la dieta, sino porque no gasta la suficiente energía. Los niños hacen actividad sedentaria en lugar de actividad física intensa”, subraya el profesor Gil.