Cuando los dientes están muy juntos y no pueden ocupar su posición normal en el maxilar inferior o mandíbula, existe un sobre apiñamiento dental. Este trastorno suele ser hereditario cuando los dientes son excesivamente grandes o hay demasiados.
El problema también puede desencadenarse o agravarse por la caída prematura de los dientes de leche, que puede hacer que las piezas permanentes que crecen por debajo de ellos sufran un desplazamiento, lo que a su vez no deja espacio suficiente para que se desarrollen correctamente los dientes permanentes de la parte delantera de la boca.
Los dientes sobre apiñados pueden producir mal oclusión e impedir la salida de la encía de algunos dientes. El riesgo de caries aumenta porque los dientes sobre apiñados son difíciles de limpiar. También puede aumentar el riesgo de formación de diversas enfermedades periodontales.
Es necesario que diariamente tengamos una higiene bucal buena, ya que estamos espuestos a un montón de germenes y bacecterias a la hora de comer que son muy perjudiciales para nuestra dentadura. Todos los días tenemos que lavarnos los dientes después de cada comida que hagamos, será algo muy necesario ya que es importante tener los dientes limpios detrás de cada comida, que es cuando más propensos somos de coger algún tipo de germen.
La hirudina es una sustancia anticoagulante que no es comparable a ningún antitrombótico existente en el mercado y que sigue actuando incluso después de apartar a la sanguijuela del colgajo, lo que sigue favoreciendo la descongestión del injerto.
Las personas que sufren este problema deben acudir a su odontólogo que valorará la necesidad de extraer algún diente para dejar a los demás espacio para que crezcan, o de un aparato permanente.
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