En el anterior artículo publicado en nuestra web, nos centramos en los conceptos básicos sobre porque “tenemos que cuidarnos”, al entender la diferencia entre la edad biológica y la edad cronológica, por la que podemos influir en la calidad de nuestra longevidad.
Para cumplir con nuestro objetivo, hicimos especial hincapié en que debemos cuidar, principalmente, cuatro aspectos: la alimentación, la salud, el ejercicio físico y el ejercicio intelectual. Todo ello complementado con una detoxificación.
En este artículo, vamos a centrarnos en la salud sexual en edades adultas, pues dicen los estudios que la descuidamos y no lo consideramos un aspecto importante a cuidar.
El tener y mantener una buena salud sexual aporta al organismo beneficios físicos (bioquímicos, hormonales, etc.) además de psicológicos. La Organización Mundial de la Salud define la salud sexual como “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad”.
Las parejas no están exentas de cuidar su salud sexual. Los estudios indican que entre el 40 a 45% de las mujeres sufren disminución del deseo sexual y el 40% de los hombres sufren disfunción eréctil. La pérdida de apetito sexual afecta a un 40-45% de las mujeres, sobre todo entre aquellas que se encuentran en la menopausia o posmenopausia. A menudo la reducción brusca en la producción de estrógenos (hormonas femeninas) subyace a esta pérdida de deseo. Además de la desmotivación a la hora de mantener relaciones sexuales, en el caso de las mujeres la falta de deseo puede conllevar también ausencia de excitación, sequedad vaginal, etc.
Por lo que respecta a los hombres, los estudios indican que el 40% de los hombres sufren disfunción eréctil en algún grado. El 93% de los pacientes con enfermedad arterial coronaria presentaron 2 a 3 años antes una disfunción eréctil, pasando a ser un indicador de una posible enfermedad. Múltiples son las causas como el estrés, el estilo de vida o la diabetes, etc., pero la más frecuente es por la toma de fármacos, como algunos antihipertensivos, hipolipemiantes, antiarrítmicos, ansiolíticos, antidepresivos, antiulcerosos, antipsicóticos y antimicóticos, entre otros.
La disfunción eréctil se clasifica en tres grados; leve, moderada y grave. Al respecto, pueden encontrar un cuestionario de salud sexual en www.nopongasexcusas.com, que pueden imprimir y servir de guía para comentar los síntomas al doctor.
Existen un grupo de fármacos que son los inhibidores de la PDE5, que se toman a demanda y permite solucionar la disfunción. Su médico, si le consulta, seguro que le dará la solución. Cialis tiene una presentación de uso diario, con una concentración más baja de 5 mg. Estos fármacos son seguros pero no exentos de efectos secundarios como pueden ser dolores de cabeza, rubefacción, etc… Así que consulte con su farmacéutico.
Es necesario poner avisar a los lectores de la venta por internet de falsificaciones, sucedáneos y demás. Son peligrosos y están generando verdaderos problemas de salud. Le recomendamos que los evite.
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