Los calambres son contracciones repentinas e involuntarias de los músculos, que con frecuencia causan dolores agudos y molestias. Una de las causas principales es el exceso de ejercicio, pero otros factores como el frío, niveles bajos de potasio, diversas enfermedades y la deshidratación pueden causarlos con frecuencia.
Los calambres pueden afectar a cualquier músculo del cuerpo, pero son en las extremidades donde se originan comúnmente. Un detalle de estos, es que por la noche hay más posibilidades de sufrirlos por la retención de ciertas substancias durante el sueño y por una peor circulación sanguínea.
Aceite de eucalipto o de romero
Los aceites de estas plantas, aplicados sobre la piel, generan calor que ayudará a relajar los músculos y de este modo aliviar los dolores.
Bebe mucha agua
Probablemente el más sencillo de los remedios y también el más efectivo. Beber suficiente agua mantendrá tus músculos hidratados y reducirá las posibilidades de que aparezcan calambres.
Relájate con un baño caliente
El calor estimulará la circulación de tu cuerpo y reducirá los dolores que provocan los calambres.
Suplementos y medicinas
Existen distintas medicinas y también pomadas, para aliviar estos calambres. Por otro lado, también tienes a tu disposición un remedio homeopático que se obtiene a partir del cobre: Cuprum Metallicum.
No uses ropa ajustada
Los pantalones ajustados y en general la ropa que ejerce presión sobre tu cuerpo, te provocará molestias al dificultar la circulación y con ello las posibilidades de sufrir calambres aumentan.
Es nuestra experta en homeopatía y medicina natural con más de 20 años de experiencia. ¿Tienes alguna duda en medicina natural? Belén seguro podrá ayudarte.