El laurel es un árbol de hojas perennes, de la familia de las lauráceas que es capaz de crecer de manera silvestre e incluso en una maceta. Si se planta en una maceta crecerá hasta los 2 metros, de lo contrario puede llegar a crecer hasta los 15 metros.
Aunque crece en casi cualquier tipo de tierra, lo hará mejor en una tierra bien húmeda y es conveniente protegerla del frío invernal. Su origen está en la zona mediterránea, ya que la proximidad a la costa facilita su crecimiento.
En la mitología, el laurel se muestra como símbolo de la victoria, pero a día de hoy es algo más que un simple símbolo:
Te aporta vitaminas y minerales
El laurel tiene un alto contenido en vitaminas A y C, además de contener también minerales como el calcio, magnesio, manganeso, hierro y potasio.
Te ayudará a hacer una buena digestión
Esta planta facilitará la digestión de los alimentos en tu cuerpo y aliviará dolores en caso de padecer úlcera estomacal. Además eliminará flatulencias y posibles cólicos.
Calma dolores en el cuerpo
El laurel tiene propiedades que ayudarán a calmar los dolores que puedas sufrir en tu cuerpo, e incluso los provocados por la artritis. Darte un baño con agua caliente y añadirle un litro cocido con hojas de laurel te ayudará a aliviar parte de los dolores. También puedes aplicarte aceite de laurel en las articulaciones para reducir la inflamación.
Actúa como antibacteriano y fungicida
Aplicarte una compresa caliente empapada en infusión de laurel, te ayudará a curar infecciones en la piel.
Ayuda a tratar problemas respiratorios
Tomar una taza caliente de té de laurel te ayudará a abrir las vías respiratorias, aliviar la tos y contrarrestar los efectos que los resfriados y gripes tienen en tu organismo.
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