El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) aconseja a los pacientes con insuficiencia venosa para prevenir las varices no tomar el sol en períodos largos, mantener durante la noche las piernas elevadas, si se trabaja muchos tiempo de pie o sentado, ponerse unas medias de compresión, dar un paseo diario de una hora y beber al menos dos litro de agua, evitar la ropa ajustada y duchas de agua fría en los pies.
¿Qué es una variz?
Una variz es una vena dilatada, que se alarga y se convierte en tortuosa. Puede aparecer de color azulado o violeta Generalmente son venas superficiales anormalmente adelgazadas, alargadas, dilatadas y tortuosas, con alteraciones anatomopatológicas en sus paredes que provocan una insuficiencia valvular que dificulta el correcto flujo de sangre en sentido centrípeto hasta el corazón. Conceptualmente las varices pueden producirse en cualquier localización de la anatomía, pero prácticamente las que tienen mayor interés clínico son las varices esofágicas y las situadas en las extremidades inferiores.
Las venas son vasos sanguíneos que conducen la sangre hacia el corazón. Se puede hacer un símil con una columna de sangre que sube desde los pies hasta el corazón. Para impedir que la sangre tienda a bajar cuando nos ponemos de pié, las venas de las piernas tienen válvulas que se cierran e impiden esa bajada. Algunas venas están situadas en el interior de la pierna entre el músculo y los huesos, forman la red venosa profunda, la pared de estas venas es fuerte, además en el momento en que se hace algún tipo de ejercicio con las piernas como por ejemplo andar, los mismos músculos comprimen las venas y lanzan la sangre al corazón impidiendo su descenso.
Otras venas de las piernas son de pared muy fina y además están situadas cerca de la piel: forman la red venosa superficial, como la piel es elástica no las comprime y sus válvulas pierden su capacidad de retención y se dilatan fácilmente convirtiéndose en varices.
Muchos factores pueden ser responsables de las venas varicosas: La herencia, 2 de cada 3 personas con varices tienen antecedentes familiares.
El sexo, las varices se presentan 4 veces mas en mujeres que en hombres, probablemente por un origen hormonal.
La toma de la píldora anticonceptiva que favorece la debilidad de la pared venosa.
Hay también otros factores que contribuyen al enlentecimiento e incluso a la parada de la circulación sanguínea en las venas como:
Durante el embarazo se liberan numerosas hormonas sobre todo en los 3 primeros meses que junto al aumento de peso que se produce originan que sea un momento especialmente propenso para su aparición.
La obesidad.
Las situaciones que obligan a estar mucho tiempo de pié, e incluso aquellos que obligan a estar sentados (conductores de automóvil, viajes largos en avión…).
Los baños muy calientes, la exposición al sol.
El sedentarismo (realizar poco ejercicio).
Primeros signos que hay que aprender a detectar:
Pesadez y calambres de las piernas.
Cosquilleos, latidos, comezón, impaciencia (sensación de que se han dormido y necesidad de mover las piernas).
Edema en el tobillo.
Picor en las piernas.
Coloración amarilla de la piel de los tobillos.
Complicaciones graves: la úlcera varicosa y la tromboflebitis Si con la aparición de los primeros síntomas no se adoptan unas medidas iniciales, la circulación sanguínea de las venas de las piernas se enlentece provocando una disminución de la circulación sanguínea hacia el corazón y causando la elevación de la presión sanguínea en esas venas, lo que conlleva la ruptura de las paredes de las venas que origina las denominadas úlceras varicosas.
Además esa mala circulación puede ser el origen de la formación de trombos que en un momento dado llegan a bloquear totalmente la circulación, lo que se denomina tromboflebitis.
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