Saltar al contenido

8 Consejos para tener unos pies sanos, cuidados y bonitos.

28 junio, 2017

Cuando llega el buen tiempo y se usa calzado abierto es cuando muchos se acuerdan de sus pies. Los pies soportan nuestro peso y están cometidos a fricciones que pueden afectar no sólo a su estética, sino a su salud. Algunos problemas de los pies como las durezas o la excesiva sequedad tienen fácil solución. En el caso de deformidades como los juanetes lo más importante es la prevención usando calzado adecuado.

 

“Para mantener unos pies sanos, cuidados y bonitos es necesario cuidarlos todo el año, no solo en verano.”

 

feet of couple in the bed

 

Tanto para quienes cuidan sus pies durante todo el año como para aquellos que se hayan despistado, a continuación se explicarán una serie de consejos para lucir unos pies sanos, suaves y en perfecto estado. En primer lugar, se debe usar un calzado cómodo, flexible y transpirable. No conviene abusar de los tacones muy altos. En caso de necesidad o de pasar muchas horas de pie, se pueden aliviar las molestias de los pies con almohadillas de silicona.

 

  • La higiene de los pies es fundamental. Se tendrá especial cuidado en el secado, con el fin de evitar la aparición de infecciones por hongos. También se usarán chanclas u otro calzado equivalente en piscinas y zonas húmedas con alta posibilidad de contagios. En caso de excesiva sudoración, se puede recurrir a productos como Funsol Polvo 60 gr., que además combate el posible mal olor.

 

  • Conviene poner especial cuidado en la pedicura. Lo ideal es cortar las uñas de los pies rectas y no dejar que crezcan en exceso para evitar la aparición de uñas encarnadas.

 

  • Los problemas de sequedad y descamaciones se evitan con el uso de pomadas emolientes como Nuxe Crema de Pies Ultra Reconfortante. Estos productos cosméticos aseguran una correcta nutrición de la piel a la vez que ablandan las zonas más engrosadas. Para un mejor aprovechamiento es recomendable aplicarlos con un masaje de unos minutos. Los pies se volverán suaves con su uso continuado.

 

  • En caso de durezas pronunciadas se pueden emplear limas específicas, manuales o mecánicas, o bien cremas con alto contenido en urea. De nuevo, la clave del éxito está en la constancia.

 

  • Para los problemas de callos en los pies, cuando las cremas de urea no bastan existen productos callicidas y también apósitos protectores que minimizan la fricción.

 

  • Los calcetines o medias de fibras naturales favorecen la correcta transpiración de la piel de los pies, lo mismo que las deportivas o el calzado de cuero. Por el contrario, el calzado cerrado realizado con materiales sintéticos no es lo más adecuado y puede ser causa de malos olores pese a una correcta higiene.

 

  • Los pies también se benefician de la práctica de ejercicio físico o largos paseos, siempre con calzado adecuado.