Cuando llega el buen tiempo y se usa calzado abierto es cuando muchos se acuerdan de sus pies. Los pies soportan nuestro peso y están cometidos a fricciones que pueden afectar no sólo a su estética, sino a su salud. Algunos problemas de los pies como las durezas o la excesiva sequedad tienen fácil solución. En el caso de deformidades como los juanetes lo más importante es la prevención usando calzado adecuado.
“Para mantener unos pies sanos, cuidados y bonitos es necesario cuidarlos todo el año, no solo en verano.”
Tanto para quienes cuidan sus pies durante todo el año como para aquellos que se hayan despistado, a continuación se explicarán una serie de consejos para lucir unos pies sanos, suaves y en perfecto estado. En primer lugar, se debe usar un calzado cómodo, flexible y transpirable. No conviene abusar de los tacones muy altos. En caso de necesidad o de pasar muchas horas de pie, se pueden aliviar las molestias de los pies con almohadillas de silicona.
- La higiene de los pies es fundamental. Se tendrá especial cuidado en el secado, con el fin de evitar la aparición de infecciones por hongos. También se usarán chanclas u otro calzado equivalente en piscinas y zonas húmedas con alta posibilidad de contagios. En caso de excesiva sudoración, se puede recurrir a productos como Funsol Polvo 60 gr., que además combate el posible mal olor.
- Conviene poner especial cuidado en la pedicura. Lo ideal es cortar las uñas de los pies rectas y no dejar que crezcan en exceso para evitar la aparición de uñas encarnadas.
- Los problemas de sequedad y descamaciones se evitan con el uso de pomadas emolientes como Nuxe Crema de Pies Ultra Reconfortante. Estos productos cosméticos aseguran una correcta nutrición de la piel a la vez que ablandan las zonas más engrosadas. Para un mejor aprovechamiento es recomendable aplicarlos con un masaje de unos minutos. Los pies se volverán suaves con su uso continuado.
- En caso de durezas pronunciadas se pueden emplear limas específicas, manuales o mecánicas, o bien cremas con alto contenido en urea. De nuevo, la clave del éxito está en la constancia.
- Para los problemas de callos en los pies, cuando las cremas de urea no bastan existen productos callicidas y también apósitos protectores que minimizan la fricción.
- Los calcetines o medias de fibras naturales favorecen la correcta transpiración de la piel de los pies, lo mismo que las deportivas o el calzado de cuero. Por el contrario, el calzado cerrado realizado con materiales sintéticos no es lo más adecuado y puede ser causa de malos olores pese a una correcta higiene.
- Los pies también se benefician de la práctica de ejercicio físico o largos paseos, siempre con calzado adecuado.
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