El orégano es una planta perenne perteneciente a la familia Lamiaceae. Su origen lo podemos encontrar en la zona mediterránea. Crece en forma de arbusto y llega a crecer hasta un metro de altura como máximo.
Para su crecimiento requiere tierra fértil y agua sin excederse. De hecho, si plantas orégano en una maceta has de asegurarte que el exceso de agua cae por debajo, ya que si no, le puede suponer un gran problema. Aparte de lo anterior, necesita bastante sol y es capaz de resistir muy bien el frío.
En cuanto a su uso, el más habitual es como especia (en la imagen). Aunque se puede tomar fresco, seco será el mejor modo de aprovechar su sabor y todos los beneficios que a continuación conocerás:
Mantiene tu salud celular
El orégano contiene Timol y Ácido Rosmarinico, dos antioxidantes que ayudarán a reducir el envejecimiento de las células de tu organismo.
Funciona como antibiótico
Esta planta contiene un fenol llamado carvacrol, el cual es capaz de hacer frente a bacterias que perjudiquen tu organismo.
Reduce los dolores de la menstruación
El orégano es capaz de reducir los dolores que produce la menstruación y otros problemas como el dolor de cabeza o la irritabilidad que conlleva ésta.
Alivia tus vías respiratorias
Si padeces de gripe, catarro o alguna afección pulmonar, el orégano actuará como antiinflamatorio, expectorante y antiséptico de las vías respiratorias.
Mejora la circulación de la sangre
El orégano contiene un flavonoide llamado naringenina que te ayudará a tener una buena circulación del riego sanguíneo.
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