Cada año desde 1979 se celebra el día 16 de octubre como el Día Mundial de la Alimentación Saludable. Su finalidad es concientizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El día coincide con la fecha de fundación de la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en 1945, propulsores de esta iniciativa.
Desde el 18 de noviembre de 1981, el Día Mundial de la Alimentación ha adoptado diferentes causas o temas cada año con el fin de destacar áreas necesitadas de reformas sociales. Este año se ha elegido el tema “Protección social y agricultura para romper el ciclo de la pobreza rural” con el fin de destacar su importancia para reducir la pobreza rural y garantizar el acceso a los alimentos, o a los medios para comprarlos.
Entendemos por protección social las posibles soluciones al suministro de oportunidades de empleo, alimentos, recursos económicos y servicios que se utilizan para sostener a los grupos vulnerables y ayudar a los miembros pobres de la sociedad a salir del hambre y la pobreza.
Esta iniciativa nos invita a reflexionar sobre lo que tenemos que hacer realmente con nuestra alimentación ya que de ella también depende nuestra salud. La alimentación es importante para todos. Pero, ¿qué se considera una alimentación saludable? Alimentarse de manera sana y equilibrada consiste en ingerir una variedad de alimentos que te aporten los nutrientes que necesitas para mantenerte sano, sentirte bien y tener energía. Estos nutrientes incluyen las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales.
¿Cómo podemos comenzar a tener una alimentación saludable?
Combinada con la actividad física y un peso saludable, la buena alimentación es una forma excelente de ayudar a tu cuerpo a mantenerse fuerte y saludable. Si tienes antecedentes de enfermedades, una alimentación saludable es especialmente importante. Lo que comemos puede influir en nuestro sistema inmunitario, estado de ánimo y nivel de energía.
“Eres lo que comes”
Muchas veces queremos cambiar nuestra alimentación para comenzar con una vida sana, pero no sabemos cómo empezar. Lo que todos conocemos son los pilares en los que se asienta una dieta saludable: la alimentación, el ejercicio y el descanso. pero además incorporar a nuestra rutina ciertos hábitos nos ayudará a cambiar nuestra alimentación.
Consejos para comenzar a comer de manera saludable
- Modifica la lista de la compra. Es fundamental hacer algunos cambios para comenzar a mejorar tu alimentación. Céntrate en productos frescos y evita los alimentos procesados. La mayor parte de alimentos deben ser frutas, verduras y hortalizas, sin olvidarnos de la carne y pescado.
- Aprende a cocinar. Nada de esto tiene sentido sino sabes cómo preparar los alimentos que vas a comer. Si no sabemos cocinar acabaremos recurriendo a platos precocinados. Conocer algunas técnicas culinarias como el cocinado al vapor, la plancha, el papillote o el horno, va a ser fundamental para hacer más sana nuestra dieta.
- Come en el momento justo. Las mismas comidas deben ser consumidas diariamente, al mismo tiempo para que el cuerpo funcione mejor. Debemos hacer 5 comidas diarias: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
- Come suficiente. Una cantidad exagerada de alimentos dificulta la digestión y puede causar sensación de malestar.
- Tómate tu tiempo para comer. La comida debe ser masticada, sin prisas, para ser triturado. Así, el estómago trabaja menos y los nutrientes son mejor aprovechados preparar sus comidas en un lugar de reunión familiar.
- Evita preocupación mientras se come: trastornos emocionales durante las comidas disminuyen el apetito y la digestión.
- Bebe líquido en la medida y tiempo determinados. Es importante ingerir de 8 a 10 vasos de agua al día, pero durante la comida, evitar el consumo de líquidos para evitar daños en la digestión.
- Evita alimentos fritos y alimentos grasos. Evitar el aumento de colesterol y sobrepeso, además si facilitas la digestión estás alargando la vida de tu estómago, hígado y corazón.
- No picotees entre comidas. Además de comprometer a las principales comidas, los aperitivos siempre son calorías. Por esto es importante hacer las 5 comidas al día, para controlar lo que comemos.
- Haz una dieta equilibrada. Seguir una dieta con alimentos generadores y reguladores de la energía para garantizar el consumo de proteínas, carbohidratos, grasas, minerales, vitaminas, fibra y agua.
- Monta el plato con los alimentos de diferentes colores. Cuanto más colorido el plato, mayor será la variedad de vitaminas, minerales, fibra y agua.
- Facilita la digestión: Un paseo tranquilo ayuda a la digestión.
- Aumenta y varia el consumo de frutas, verduras y hortalizas. Son ricas en vitaminas, minerales y fibra. Son los que nos van a proporcionar gran parte de las vitaminas, minerales y fibra, nutrientes fundamentales para el normal desarrollo del organismo. Intenta que en cualquier comida principal haya al menos un alimento de cada grupo.
- Come legumbres por lo menos 1 vez al día o al menos 4 veces a la semana. Las legumbres son un alimento rico en hierro. En poner una cucharada de frijoles en su plato de comida, el frijol puede sustituirse por soya, lentejas, garbanzos, guisantes.
Éstos son hábitos son fáciles de adquirir, solo tenemos que prestar un poco de atención. En general, empezar una vida sana requiere de un pequeño esfuerzo para modificar hábitos alimenticios, comenzar a hacer ejercicio diario y prestar atención a un buen descanso. Si quieres, puedes, solo tienes que empezar por el punto número uno y seguir hasta el final. ¿Sabías que una persona tarda en adquirir un hábito 21 días? A partir del día 22 lo habrás asumido anteriormente y será más fácil llevar esta rutina de alimentación saludable. ¡Ánimo!
Ana es nuestra experta en material de cura e higiene bucal, técnica en farmacia y con 6 años de experiencia, que te asesorará para mejorar tu salud día a día. ¡Deja que te aconseje una profesional!