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Bloqueando los beneficios del ejercicio físico

26 mayo, 2013

Un estudio publicado en Journal of the American College of Cardiology sugiere que las estatinas, los medicamentos que reducen el colesterol, que probablemente sean los fármacos más recetados en todo el mundo, pueden bloquear algunos de los beneficios del ejercicio físico, una de las mejores formas de mejorar la salud.

 

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Pero esto no significa que las personas con colesterol alto o antecedentes familiares no deban tomar estatinas ya que han demostrado que en muchos casos pueden salvar vidas. Sin embargo, el descubrimiento, del que se hace eco The New York Times, podría causar un cierto dilema entre los médicos y los pacientes, ya que las personas que deberían beneficiarse más de la práctica del ejercicio – aquellos que son sedentarios, con sobrepeso, con riesgo de enfermedades cardiacas o de mediana edad-, son también los que más consumen estatinas.

En el estudio, un equipo de investigadores de la Universidad de Missouri (EE.UU.), han analizado los datos de un grupo de hombres y mujeres sedentarios y con sobrepeso, con varios síntomas de problemas metabólicos, como presión arterial alta o exceso de grasa abdominal. Además, la mayoría tenía niveles de colesterol elevados, pero no en cifras peligrosas y ninguno hacía ejercicio de forma regular.

 

El estudio consistía en doce semanas de ejercicio controlado, 45 minutos corriendo en cinta o caminando. Durante este periodo la mitad de los participantes tomaron 40 miligramos de simvastatina, que es un tipo de estatina; estos medicamentos son recetados para reducir niveles los niveles de colesterol o incluso algunos médicos los recetan como medidas de prevención. El ejercicio físico también reduce el colesterol por lo que ambas son recomendados para dicho fin.

Sin embargo nunca se habían probado ambos tratamientos a la vez. Los resultados son claros: las personas que no tomaron estatinas mejoraron son condición física en un 10% mientras que los que si los tomaron solo mejoraron un 1%.

 

Este hallazgo se une otros estudios que, aunque pequeños, sugieren que las estatinas pueden afectar negativamente la respuesta al ejercicio. Ahora bien, señala el autor del trabajo, John P. Thyfault, «no hay duda de que las estatinas salvan vidas». Pero, asegura, en algunas personas se debería hacer un balance riesgo-beneficio a la luz de estos datos.